miércoles, 25 de marzo de 2009

La escritura pica

Eran las manchas de los primeros días, es que parecen recién caídas pensó. Como si su boca fuera un árbol que de sus ramas se han caído cientos de ellas y un brote de picazón en todo el cuerpo no se detiene y la obliga como si una fuerza invisible en su extensión sostiene la sensación que empuja a su cabeza hacia el hecho. Los reflejos, errores y las sombras conducen a el pasaje. Observa con deteniminiento aquello que aunque le parece una construcción horrible y sin salida, resulta la entrada hacia eso que no conoce y se muere por conocer. Nada que alivie más que el impulso que completa los renglones que componen su abundante cabellera.
Se recuesta sobre un sillón invisible y escucha los sonidos de la calle. A veces olvida, como quien se olvida una chacarera llena de polvo, acerca de esas marañas de cuestiones que colman la vida de sus secuaces y construyen huecos por donde se inicia lo indefinible. Quizás tenga que dejar de ver para comenzar a ser y salir de sus ojos esféricos conformados por un eje siniestro, dice que está cansada y se deja caer a la pared más cercana para extirpar de un solo golpe aquello que no pudo inventar aún, aquello que se le parece a esto.

sábado, 14 de marzo de 2009

Viaje en minúscula

Doblaba a la esquina como si fuera algo mágico, justo mientras ella se acomodaba en la fila. Contó las monedas que guardaba en su bolsillo, pacientemente se acercaba hasta que pudo subir, pidió su boleto tímidamente, como si le contara algo secreto al conductor. Quizás el mensaje iba en su mirada. Caminó por el pasillo hacia el próximo lugar libre, pidió permiso y miró la ventana con alivio. Observar era sin duda su actividad favorita. Podía viajar en silencio o musicalmente, editando sus imágenes que en sintonía a sus pensamientos transcurrían por sus ojos como su propia película. Podía leer y escabullirse, dentro de la historia como si la postura de su cuerpo anunciase a los pasajeros ¨tengan el bien de ser silenciosos durante el trayecto, alguien está haciendo algo muy importante¨. Otras veces levantaba su cuello y miraba para todas partes, arriba, abajo, en los labios y brazos de la gente, sus pies, sus ojos, los peinados, el lenguaje de un paisaje compuesto únicamente por humanos, otras solamente observaba la belleza de los árboles, el color del cielo o la hermosa arquitectura creada por aquellos antiguos humanos. Soñaba con su vida todo el tiempo. Y aquello que a sus ojos parecía una poesía visual perpetua, era como la tortura más íntima a la que se sometía, no se trataba de imaginarse mirando al espejo. Realmente era introducirse en un espacio donde los colores eran intensos, los objetivos claros, las fotografías como obras, los positivos restaurados, un lenguaje corporal tan sabio como quien respira una paz interior que acariciaba al cuerpo desde adentro. Aquellos sueños la configuraban, se regía por ellos, se confundía en sus aromas y le restaban lo que naturalmente se produce por lo que la espontaneidad impone. Los cálculos siempre presentes congelaban las imágenes, de manera tal que cuando ella obtenía el contenido de la continuidad de la historia, la misma si no había culminado, había tomado su propio rumbo, el que la realidad dicta como un colectivo que doblaba la esquina y dejó pasar, por no tener aquellas piezas doradas legítimas, pequeñas llaves del observatorio.

sábado, 7 de marzo de 2009

aaaahhhahhaha

Es que aún no veo, en los ojos tengo agujeros y una hoja sobre la cabeza que en su margen superior derecho habla de su peso en exceso, dice algo que quise decirle pero no le dije nunca, entonces no dice nada, aunque ciertas grafías indiquen lo contrario, mejor hago el click en mi botón derecho y cambio. Sobre mi nueva hoja, que llevo pegada en la frente, se lee claramente la preparación y tenencia de su nueva empleadora propia sin propiedad.
Elige un lugar donde estar al borde alborotada, camina descuidada para salir de la esfera, es que se hace tan raro verme desde afuera, como cuando los sueños son desde los ojos que se encuentran debajo del océano.
Todas mis tintas estilográficas están cansadas de reposar, desean ser lluvia de un miércoles por la tarde, corriendo desenfrenadas hasta la gran caída de la música que suena en mi cabeza. Al tercer día aquella idea cayó muerta en mi cabeza y resucito de entre los vivos, pues la noticia se había procesado, los trazos están flotando en un cubo, rebotan perdiendo los signos habituales de su aspecto exterior mutilado. Una dificultad espontánea nace muere nace muere nace muere, sin comas que interrumpan su proceso, despejo la superficie empañada y me acerco, pues ahora si que hay que inventar la fecha que se aproxima, donde los números naturales son positivos e impares y no les pasa lo mismo que a mi. aaaahhhahhaha, no es un alivio más nosé, pues disfruta el viaje jovencita que lo estabas pidiendo a gritos. Salta querida, esto es el abismo y si no lo haces ahora será siempre.