domingo, 23 de noviembre de 2008

Dije que mi retina sería como la película fotográfica:

Despejar hacia el infinito

Me mudè.
Rompecabezas urb ano. Si ellos pudieron, nosotros también, querido hum ano.


al paso suyo y mío

El color del sueño, es quién orienta la dirección.

La contraposición vocal.

martes, 18 de noviembre de 2008

sound of joy




Si nunca es hoy. ¿Qué es ese modo de saltear el presente como vegetales? ¿cómo se salta a un colectivo sin moverse de lugar? Siempre aparece la imposibilidad de hacer un futuro cuando lo que se hace tiene que ver con lo que sucede ahora en este mismo instante querido. ¿Y vos qué hiciste? EH EH EH Entonces sí, me cansé de mi y de ti y de mi hasta el infinito aún cuando los pronombres puedan ir mutando.

AHhh y sucede que es el sueño quién orienta la dirección en occidente, ¿acaso vos no lo sabías? Y si es así, porqué te hacés la sorprendida, trantando de dilucidar njsdzfbdsgbdfusgh esto. Es que yo sé que la geografía interior y esas cuestiones de mochilas, pero los límites recuerda tu marcan el territorio como las rejas de las casas o los alambres de puás que no tocan guitarras.

Al fin y al cabo, la distancia es errónea y ridícula no come rúcula porque como yo pensaba que estaba lejos en realidad estaba cerca y simplemente estaba donde quería estar, so.. bancátela y dejadme tomar un poco de aire espacial.

domingo, 16 de noviembre de 2008

domingo, 9 de noviembre de 2008

Autopsista



Voy a cambiarme de lugar

para que no me alcance el sol.

Abajo de los puentes pasan cosas,

no se puede estacionar..

cambió el dial diario

y hace dos días pasó un año..


an adversario de nada.

domingo, 2 de noviembre de 2008

detención de la tenencia


Tengo un sol in ter mi ten te y el reloj de la hora invisible. No pueden verme pese a ser la que viste y calza, porque algunas veces estoy en un farol que no funciona pero desde ahí estiro mi brazo para borrar el error con una nube que dibujé en mi cuaderno interior de un monoblock cuadrículado donde solía bailar tango en el ascensor y el pobre se ha inundado con un café que sabe amargo.

Igualmente sus ojos trataban de capturar mis palabras como cuando suceden los vals que se bailan en la calle para perturbar a los que caminan más apurados que yo, con esa misma actitud corría de su campo visual mi cuaderno y ante la pregunta: ¿Qué escribís ahí? yo podría repreguntar, ¿Qué te importa? pero respondí que escribo acerca de mis malos modales. En el fondo me pregunto si educarlos de alguna manera sirve, si habrá otra abertura descolocada, sana al natural, donde el único líquido que nos persiga sea la lluvia que tanto nos gusta, como los trenes de las estaciones diferentes, somos piezas de rompecabezas mutiladas jugando al ajedrez con palabras que presentan una representación de presente previo al pretérito, donde solo se gana un puñado de ellas como premio.