miércoles, 25 de noviembre de 2009

unavueltamás,



las manos también tocan las cuerdas vocales.

jueves, 12 de noviembre de 2009

ssshhh

La otra noche, mientras estaba en la otra realidad ibamos con ele bien felices escalando lavarropas, algunos estaban desgastados por el uso, eran blancos, grises y oxidados. Pero ahí estabamos subiendo uno por uno con agilidad y sin vértigo. Mientras tanto arrojabamos al vacío algunos cubitos de diversos tamaños que resaltaban en el cielo negro reflejando la luz de la luna que siempre nos mira, y los veíamos perderse despacito en el abismo. Caían en cámara lenta, en nuestros eternos ojos lentos.
Al llegar a la cima de electrodomésticos, encontrabamos como una terrible carpa de color rojo oscuro. Allí llegaba yo trepando en soledad, hasta el techo de la mismaque era como una superficie cuadrada de lona, de esos que cubren la entrada de las carpas que tienen muchísimos ambientes, entonces podía contemplar la totalidad del paisaje y descansar luego recostada sintiendo aquello que se siente cuando se hace la plancha en la pileta, y ese silencio suave como un susurro que al cerrar los ojos nos espía. Porque era la hora, había llegado el momento de dejarme estar. Así como en el agua me voy despacito.