jueves, 25 de diciembre de 2008

Situación unoísta.


El otro día desperté desencajada, mirá todo esto que pasó, lo que la gente denomina tiempo, y vos ahí soñando con alguien que no sabe si quiera tu segundo nombre, y la tortuosa imagen de la conversación inexistente impedía de la peor manera hacer algo, debías elegir y salir corriendo, pues son aquellos humanos los que controlan el tiempo de una manera detestable, para que la farsa siga funcionando.

No pertenezco a ningún escenario, todo me parece tan ridículo que siento que no soy quien creo que soy siendo muchas veces yo. Si es que es necesario hablar para que haya silencio entonces diré esto que no es la verdad pero es lo que quiero decir, me cansé de esto que no tiene forma ni nombre. Esto que me pasa de odiar la idea recurrente acerca de la educación y todo lo que ella significa que no pretendo explicar en este momento, más pensar que me dedico a avivar giles. Porque al final de todo parece que en mi mundo solo importan las mismas cosas que en aquel del cuál pretendemos diferenciarnos.

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