lunes, 13 de julio de 2009

seis del siete

Era como un desierto, estaba esperando mi turno apoyada en una pared de color blanco. Veía avionetas de color beige en el cielo, que se iban en distinta dirección.
Del deseo de volar me moría y la noche caía despacio, la mutación de los colores por variación de la luz,
no dejaba de asombrarme.
Ayer y hoy llovió un montón, tanto que me quedo pensando, como si volara en realidad y lloviera en el sueño.

1 comentario:

Xóchitl del Carmen dijo...

Que gusto tenerte con vida, sigue así.