Sonaba la canción favorita del mes en el que le dije adiós, de aquel mes en el que renuncié. Sin embargo en este sueño, al igual que en la real realidad cantaba feliz como si no supiera acerca de nada, como si no era posible distinguir algo del todo, de la nada, de lo hueco, lo vacío y loquerealmentesucedía. Ese silencio que por primera vez hablaba, me sostenía perdida mirando el cielo, en el fondo sonaba la canción y yo también.
Esta vez era de noche, y estaba en el mismísimo Coney Island donde había una montaña rusa increíble, por que su estructura era de luz de color magenta, verde y amarillo.
Viajabas a la velocidad de, y estabas tan alto que.
Del otro lado del abismo, quería ir con. Pero resulta que la realidad real visceralista no viaja para atrás y no debería de dar tantas vueltas para llegar a terminar de escribir cada renglón, al menos es lo que me parece ahora acerca de lo que soñé cuando soñaba la semana pasada.
http://www.catastromicamente.blogspot.com/
Esta vez era de noche, y estaba en el mismísimo Coney Island donde había una montaña rusa increíble, por que su estructura era de luz de color magenta, verde y amarillo.
Viajabas a la velocidad de, y estabas tan alto que.
Del otro lado del abismo, quería ir con. Pero resulta que la realidad real visceralista no viaja para atrás y no debería de dar tantas vueltas para llegar a terminar de escribir cada renglón, al menos es lo que me parece ahora acerca de lo que soñé cuando soñaba la semana pasada.
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