sábado, 16 de agosto de 2008
erre de error
Pues hace tiempo había dicho que la caminata excesiva de los lunes no se liquidan en ninguna calle de bolsillos europeos, es posible que una gran mancha en los oìdos que de tanto mirar, encuentren las palabras que quizàs algùn dìa volverà a leer por vez primera.
Varias de las cosas que suceden, dijimos casi a coro, suceden por algo màs que una simple coincidencia, desear una segunda oportunidad donde animarse a decir no sea algo imposible es lo que màs querìa en el sueño del domingo donde mis tres horas diarias de sueño, completaron las fichitas que faltaban, mientras los jugadores estaban algo màs que distraìdos.
No se habìa animado a mirarlo a los ojos, por eso es que temblaban las manos aùn hoy, adormecidas casi estuvieron durante la noche del dìa seis de este mes escondidas como cuando se esconde un ñandù en las depresiones del terreno de mi rostro.
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